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Después del agua, el café es la bebida más consumida en el mundo. Según la National Coffee Association (USA), se consumen más de 2.25 mil millones de tazas de café por día en todo el planeta. El café se emplea de muy diferentes maneras; en cocina, repostería, heladería, pero como bebida habitual su mayor consumo es con leche (en sus diferentes presentaciones), y sobre todo, la que manda es el café negro.
Sin embargo, la gran tendencia en los últimos años es el auge del café de especialidad, como nuestro CAFÉ AROMAS. Es un producto proveniente de cafetales colombianos donde el grano se recolecta a mano, uno a uno, en la época justa y con el grado de madurez óptima, paso fundamental para lograr una uniformidad y un sabor extraordinario.
El proceso de un buen café de especialidad comienza con su siembra. El nombre de la planta es el cafeto, un arbusto perenne que puede iniciar a dar fruto con un año de edad, alcanza su máxima productividad hacia los seis u ocho, y tiene una vida comercial de hasta 25 años, aunque la planta puede seguir produciendo con buena calidad, pero con cantidades más bajas.
El Colombia, el café se cultiva en plantaciones ubicadas entre los 1300 y 2000 metros de altitud, en un clima tropical donde factores como el suelo, la altitud y el balance entre las lluvias y la acción de luz solar, proporcionan toques sutiles y la ya famosa suavidad y aroma del café de este país.
Como decíamos antes, la recolección es fundamental en el proceso del café. En Colombia destaca la selección manual de la cereza, obtenida por mujeres y hombres curtidos en el oficio, que como un legado familiar se transmite entre generaciones. Podría decirse, que en la recolección radica buena parte del éxito del producto, sobre todo si se trata de una plantación dedicada al café de especialidad. Esta cosecha, al igual que en Centroamérica, África o Asia se realiza en distintas épocas de año, dependiendo de la variedad del café, la altitud y los microclimas. El café colombiano suele recogerse durante todo el año, pero la época de mayor cosecha cafetera es entre octubre y febrero, y dependiendo de la región, en algunas el mayor rendimiento se produce entre marzo y junio.
Beneficio del café. Así se llama en Colombia a las etapas en las que la cereza del café se somete a la eliminación de sus capas para obtener el denominado café pergamino seco, que deberá tener una humedad entre el 10% y el 12% para conservar una calidad óptima. Una vez cosechados y seleccionados, los granos de café son llevados al “beneficiadero”, donde con técnicas tradicionales o ecológicas se eliminan los residuos, los cuales son utilizados como fertilizantes. Seguidamente los granos son lavados y secados preferiblemente al sol, donde se van fijando el aroma y las notas de sabor del café. Es de destacar, que con el correcto manejo y tratamiento de las aguas residuales y con los subproductos obtenidos, como la producción de bioetanol o bioabono (producto de la deshidratación de las aguas residuales), el beneficio también se traslada a la naturaleza y el entorno acuífero cercano a las regiones cafeteras. Como paso previo al envío a las tostadoras o directamente a la exportación, los granos son llevados a la trilladora, donde es retirada la cáscara, última capa del grano verde del café, se descartan los granos defectuosos y se seleccionan por tamaño y color adecuados.
El momento del tueste, es cuando nuestro café de especialidad adquiere su carácter, la personalidad definida de la marca AROMAS. En Colombia, el café destinado a la exportación se guarda en sacos de 60 kilos y es enviado principalmente por vía marítima, cumpliendo con todas las normativas sanitarias y de almacenamiento para garantizar la calidad del café. Aquí en Barcelona, el café importado es destinado a tostadoras especializadas, donde se le da el torrado apropiado para nuestra variedad de café, llamada Castillo, dando como resultado un café en grano excepcional, el llamado café de especialidad, tan apreciado en las casas y cafeterías de la ciudad. Estos son: SABROSURAS DEL VALLE, que ofrece notas aromáticas de nibs de cacao, naranja, vainilla y avellana; y TESORO ANDINO, con registros de panela, caña de azúcar y chocolate oscuro. Y no nos olvidamos de ENCANTO TRADICIONAL, de la variedad Catimos, que con su aroma a nueces y chocolate, nos transporta al origen, Colombia, donde es tostado.
Somos CAFÉ AROMAS, un café de especialidad que surge de un emprendimiento con raíces. Cada grano de café que se cosecha en las laderas de Los Andes, es un grano recogido por mujeres y hombres que están comprometidos con su calidad y reciben un pago justo por lo que les apasiona: el café.
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